La importancia de escuchar a las personas doctas
Esta semana nos ha llegado la noticia de la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales al semiólogo e historiador francés de origen búlgaro Tzvetan Todorov (Sofía, 1939).
Sin duda una muy buena noticia, pues se trata de un intelectual que rompe con localismos y estrechez de ideas y conocedor de las distintas culturas, profundiza en su conocimiento e interpreta sus signos para analizar tanto sus bondades como sus perversiones y desde las evidentes contradicciones, encontrar esos puntos de afinidad que permitan definir un horizonte para la vida del hombre, alejándose de los neofundamentalismos.
Autor, entre otros títulos de “El hombre desplazado”, “Las morales de la historia” o “Memoria del mal, tentación del bien. Indagación sobre el siglo XX”, Todorov es un europeista en busca de las respuestas del pasado y del futuro.
El jurado del premio, presidido por Manuel Fraga y compuesto por ilustres humanistas, hace constar en el acta entre otros motivos: "Sus preocupaciones intelectuales, su sabiduría y erudición, que superan fronteras y buscan puntos de encuentro y le han permitido abarcar grandes temas de nuestro tiempo, como el desarrollo de las democracias, el entendimiento entre culturas, el desarraigo, el reconocimiento del otro y el impacto de la violencia en la memoria colectiva".
En un tiempo en cada quien abrimos nuestro blog, y nos pronunciamos sobre lo habido por haber pontificando con excesiva frivolidad y gran desconocimiento, bueno seria que nos silenciáramos un poco, para escuchar a estas personas doctas, que pueden aportar un poquito de luz a nuestro saber y nuestra existencia. Como decía el filósofo suizo Johann Kaspar Lavater (1741-1801), “Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y acallar cuando no tengas nada que decir”
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